¡ADELANTE!
Ansiedad, pánico y depresión son sensaciones que llegan a nuestra vida con la situación actual, y es que el que el COVID 19 o coronavirus trae consigo la incertidumbre y un millón de preguntas sin respuesta segura.
Nos dimos cuenta como en un abrir y cerrar de ojos todo cambia, en las sociedades en las que la productividad y el consumismo se imponen sin parar y en donde lo más importante era producir para tener los bolsillos llenos al final del día; Llega este virus que nos ha enseñado la fragilidad de la vida, descubrimos que todo lo que tenemos se nos puede escapar como agua entre los dedos, y por fin somos conscientes que lo único que nos puede hacer salir de esta es unirnos, unirnos sin importar la raza, el sexo, la religión o las ideas políticas. Cuidarnos como humanidad, pensar en el otro y proteger nuestro entorno.
Les aseguro que muchos entendemos ahora la importancia de dar un abrazo, le encontramos significado al apretón de manos y entendimos el valor
de estos gestos que hoy ya no podemos utilizar.
Recuerda que el miedo cultiva al miedo, por lo tanto la tarea del día para dejar atrás estos sentimientos es RECORDAR EL PROPÓSITO QUE TIENES TU FRENTE AL VIRUS.
¿Cuál es el propósito o la misión que tienes como ser humano frente a esta situación?
Llego el momento de hacer un alto, llego el momento de replantearnos y de entender que somos seres de transformación, que desde nuestras propias acciones podemos construir realidades mágicas capaces de sobrevivir a las problemáticas, Y de aprender de ellas.